Guadalest, rodeado de elevadas montañas, como la sierra del
Aixorta y la sierra de Aitana. La pequeña población consta de una sola
calle. Para acceder a su interior hay que atravesar una pequeña puerta
horadada en una roca.
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| Entrada al castillo |
Calles del castillo |
Interior Iglesia |
Plaza del castillo |
Sobre una alta mole se yergue airoso un
blanco campanario que desafía con su pacifica imagen la agresividad de las
elevadas rocas que lo rodean. Miles de turistas acuden cada año atraídos
por la belleza singular de este pueblo que, quizá, sea uno de los pocos
lugares del mundo en el que hay que pagar una entrada para poder acceder
al cementerio. Pero es que este singular cementerio, colocado en lo alto
del antiguo castillo de Guadalest, no solo guarda los restos de los
vecinos fallecidos, sino que sirve de excepcional mirador desde el que
poder contemplar una impresionante panorámica de todo el valle de
Guadalest, pudiéndose ver también las localidades de Altea y Callosa de
Ensarria, así como el embalse de Guadalest. En los sótanos de
Ayuntamiento se encuentra escavada en la roca una prisión del siglo XII.
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